viernes, 22 de febrero de 2008

HABLAME - PABLO MARTINEZ



Habla Señor, que tu siervo escucha" 1 Samuel 10


Hace tiempo atrás alguien me compartía un testimonio hermoso que paso a relatarles: Un día, en un retiro de conversión, un joven que participaba del mismo contó una experiencia que tuvo con Dios muy profunda. El llevaba una vida muy alejada de Dios y su vida no era para nada felíz. Le ofrecieron de ir a este retiro, y aceptó pero durante los días del mismo, nunca se mostró abierto al mismo, al contrario. Casi al terminar el retiro, le comentaron que iban a hacer un rato de Adoración al Santísimo con exposición y decidió ir. Muchos que lo miraban notaron que se había quedado dormido en el medio de la adoración. Pero no quisieron despertarlo. Cuando finaliza el retiro, y llega el momento de compartir testimonios, este joven pidió la palabra y comentó lo siguiente: "Mientras estábamos en la adoración me quedé dormido, y tuve un sueño. En el sueño se me apareció Jesús, que me miraba fijamente pero me escondía sus manos. Las tenía atrás. No las mostraba. Y yo le pregunté: ¿Jesús qué escondés? Y me mostró sus manos, con los nudillos lastimados casi ensangrentados. Le dije ¿Qué te pasó Jesús? ¿Qué te hicieron? y él me miro nuevamente a los ojos con una mirada muy especial y me dijo: Hace tiempo estoy golpeando a la puerta de tu corazón y no me abres.
De ahí en más me contaron que el joven cambió su vida, y está viviendo un fuerte proceso de conversión.Volviendo a nosotros. Aunque no tenemos sueños ni visiones, también el Señor nos está llamando, golpea y golpea a la puerta. El quiere hablar con nosotros.
Hace unos días atrás que vengo sintiendo en el corazón, en la Escuela del Señor, que tengo que trabajar más en la escucha atenta de la Palabra. Todas las mañanas al despertarme leo la lectura del Día, pero sin darme cuenta, caí en el error de leerla como si algo más. Leer los diarios, las noticias y la biblia. en pocos minutos. Sentía como que el Señor me preguntaba: ¿Me estás escuchando? Un termometro para saber la respuesta fue: Tratar de acordarme a la tarde lo que había leído a la mañana, y me di cuenta, que poco tiempo y atención le daba. Ahora estoy poniendo más empeño en eso.
No podemos cantar aquello que no vivimos, y siempre el Señor antes de largar una canción, me hace vivir y me ayuda a cuestionarme si verdaderamente vivo eso que voy a cantar. Y esta vez pasa lo mismo, porque en esta proxima producción vamos a incluir una canción que se llama HABLAME y que justamente hace referencia a la necesidad que tenemos de escuchar la Palabra de Dios. A Dios que nos habla, como lo hizo con ese joven en el retiro, como lo hace todas las mañanas, como lo hace en la creación, como lo hace en su Iglesia.
Dios nos habla, ¿lo escuchamos?
De tantas maneras Dios nos habla! En la creación, en el hermano, en su Iglesia, en su Palabra y sobre todo en su HIjo: JESUS. El es la Palabra que habitó entre nosotros.
Te invito a que juntos nos propongamos a algo concreto.
Quizás menos televisión, menos internet, menos revistas, menos música y más silencio para escucharlo al Señor. Te dejo la letra de la canción para que la vayamos haciendo oración.


HABLAME (C) 2007

Entre tantas palabras vacías de sentido,
entre tantos que me hablan y saturan mis oídos.
Una voz me hace falta, mas que el aire respiro,
y es la tuya que me sacia, y me hace ver que vivo.



Háblame en silencio en mi interior,
dame tus susurros por favor,
porque tus palabras son mi vida,
y si no hablaras dime ¿a quién iría?



Oh que dulces son las notas que salen de tu boca,
me deleito al escucharlas y a mi alma reconfortan,
tú Señor me haces falta, y conoces lo que pido,
a tus pies estar sentado y escucharte como amigo